El encantamiento (de Elena)
El encantamiento |
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ALGUNAS
VECES...
Algunas
veces me parece y creo que
hasta que no te he encontrado no
has tenido pasado. Algunas
veces me parece y creo que
eres un libro en blanco, en
el que yo voy a escribir desde
el principio. Pero
al instante hago memoria y
me acuerdo, de
que tienes dos hijos... Y
estos hechos no existen: sin
unas experiencias, sin
unas emociones, sin
unas sensaciones. Y
que en ti, por fuerza habrán dejado alguna
huella todavía fresca... de
momentos felices vividos; de
momentos rabiosos o amargos; o quizás aún haya en tu mente añoranza de tu tiempo vivido, pasado. Amado
amor mío: ¡Mira
hacia delante... que estoy yo esperándote...! |
UNAS
INDIRECTAS MUY DIRECTAS... Me he enterado de que has trabajado en el circo y después, con “El Chino Torero”... Me he enterado de que eres enano; que mides uno coma treinta. Dime: ¿Qué pareja vamos a formar tú y yo... que mido uno coma sesenta? Me he enterado de que eres feujo... casi tanto como lo es Arzallus... ¡Y mira que es feo! Yo no puedo imaginarme a mí mirando de frente, a la cara y muy cerca a un hombre tan feo... Cuando sale en la tele, ¡me da repelús y hago zapping! Me he enterado de que nunca un pelo se te puede caer en la sopa... Si cuando en tu plato de sopa, haya un pelo... y al recriminármelo tú, yo no pueda echarte la culpa y decir que es tuyo... Dime: ¿de qué reñiremos? Me he enterado de que eres canijo; que pesas menos de cuarenta... Dime: ¿qué pareja vamos a formar tú y yo, que peso algo más de sesenta? Me he enterado de que los pantalones de Camilo-José Cela, a ti te aprietan por la cinturilla; que tu talla, son de una cuarta más grande que la que él usa... A Camilo-José Cela se los hacen a la medida porque no los venden hechos, tan anchos. Dime: ¿quién es tu sastre? porque quiero regalarte...¡un traje!
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MELANCOLÍA ¿Qué me pasa? ¿De qué me asusto y tengo miedo? ¡No es de ti! ¡Es del Futuro! Que me parece que no está; que ya pasó; que lo he perdido. Perdí el Futuro poco a poco, durante tantos largos años... cuando han sido tan malos... ¡aún parecen más largos! No tengo que añorarte en momentos como éste, en que me anega la melancolía... ¡Luce el Sol! ¡Son las seis de la tarde! y sin embargo, amor... ¿Qué me pasa esta tarde? |
DICES... DIGO...
Que
has engordado un poco? –dices-? ¡Pues
adelgaza un poco! –digo-¡ Tienes
que estar muy atractivo “pa”
que cuando te vea... “me
entres por los ojos”... ¡Come
un poco menos pan!... ¡Come
mucha más fruta!... ¿Qué
cuesta el pelarla?
Sí. Lo sé! ¿Me
dejarás que algún día yo
pele tu fruta?
¿Querrás comer de lo que yo he tocado?
¿Tendrás algún reparo?
Si comes sin escrúpulo los
gajos de naranja que yo pele... y
te acerque a tu boca con mi boca... entonces...,
entonces... es, ¡que me quieres! |
TUS CARTAS: MI ALIMENTO
Hace tres días que apenas me alimento; antes
iba de vez en cuando a la despensa, a
picar un poquito de esto o de lo otro... a
comer sin control y sin tasa a deshora. Y
ahora, en vez de ir a la despensa a comer... ¡voy
a mi habitación... a
leer tus cartas! ¡Tú
has cambiado mi metabolismo! ¡Tú
eres mi nuevo médico! ¡Tú
vas a ser desde ahora... mi
curandero!
¿Cómo es posible que
influya tanto, en
el estado físico del cuerpo... el
estado emocional del alma?
No hay otra explicación: son
tus cartas. ¡Me alimentan tus cartas! |
PODREMOS SER AMANTES
Podremos
ser amigos... tanto
como tú quieras. P cada
vez que queramos y podamos. Podremos
ser amantes si
es eso lo que quieres. Pero...
compartir todos los días la
sal de la ensalada... Eso...
¡No! Porque
a mí, me gusta salada; como
las demás cosas. Y
a ti...: ¿Cómo te gusta? Quizás...
¿sosa? ¡Me
gustan las cosas fuertes! ¡Picantes! ¡Con
gracia! Y
tú...? ¿Cómo
las quieres? ¿......................................? ¿Ves
como no puede ser? No
te conozco. No sé, ¡nada de ti! |
TU DUCHA... MI DUCHA...
Me
dices que
te duchas con agua fría todas
las mañanas después
de la cama...
¡Yo
no lo hago así! Yo
me ducho con agua caliente “antes
de la cama”... a
cualquier hora de la noche o el día... pero
siempre antes... no
después.
Si tú te duchas con agua fría... serás
“un hombre de sangre fría”... es
decir: con
los nervios de acero...
Como yo me ducho con agua caliente... soy
“una mujer de sangre caliente”... es
decir: ¡ardiente!
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DA TÚ EL PRIMER PASO
Da
tú el primer paso. Marca
tú la pauta, yo
te sigo. Yo
bailo a compás de tu danza. Vamos
a olvidar de una vez lo de antes. Vamos
a gozar como no lo hizo nadie. Lanza
tú la primera piedra y
no escondas la mano que la lanza. Coge
mi mano suavemente mi
mano apretará la tuya fuertemente. Lanza
la piedra, tira las tejas, los tejos... y
mientras, mis ojos, mirarán fijamente
tus ojos y
con ellos, te
diré: sí a tus deseos más inconfesables y recónditos.
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DICES...
Que no fumas... bueno,
mejor así
no tendré que limpiar ceniceros... ni
ventilar de humo, la
habitación. Dices...
Que bebes algo... con
moderación... Que
si yo hiciera igual que tú... ¡no
te parecería mal!
¡Ah, no!
Me acostaré contigo sin tardar; pero
beber contigo... ¡jamás!
¿Qué es beber con moderación para ti?
Para “uno” que he conocido yo, era “estar sin saber si estaba aquí... o estaba allí”!.
¡No quiero cuentas con borrachos!
“Para muestra... ¡basta un botón”! El
día que te vea a ti dominado
por el efecto del alcohol... ¡no
me pidas perdón! ¡no
te me pongas delante de
rodillas que
te daré además un empujón!
Y... ¡júntate con otros como tú! si
no conoces a nadie... ¡te presento a “uno” yo!
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A MIS 44... A TUS 54...
¡Tú y sólo tú... eres
mi amado mi
bienamado el
hombre que he soñado, el
hombre que he esperado desde
la eternidad!
A mis cuarenta y cuatro... a
tus cincuenta y cuatro... ¿Soy
yo tu amada, tu
bienamada, la mujer que soñabas la
mujer que esperabas desde
la Eternidad?
¿Sí? Entonces... ¿qué
hacemos? a
qué esperamos ya?
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MI
LADRON, MI CARCELERO
¡Devuélveme
lo que me has quitado ¡ ¡Dame
lo que antes yo tenía y ahora no tengo! ¡Dame
mi paz, mi libertad, mi sosiego ¡ ¡No!.
¡No me contestes nada! ¡Sigue
en silencio ¡ Porque
no quiero que sumiso me digas: “Elena,
si tú quieres, lo dejamos... ¡aún
hay tiempo!” ¡No!.
¡No me contestes nada! Pero
déjame te diga al oído, bajito con
acento muy tierno...: “¡Eres
tú mi amor, mi
ladrón, mi carcelero ¡
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TE NECESITO TAL CUAL ERES
Te
necesito tal cual eres: natural,
espontáneo y sociable. Cariñoso,
con muchas inquietudes. Con
todos tus defectos y virtudes.
Necesito que les des alegría a
mis días y
el reposo tranquilo en
las tardes y
en las noches... ¡un
poquito de salsa picante! que
me dure el efecto más tiempo que
a uno que se droga... ¡que
me dure tu afecto y cariño! ¡que
tú dures por siempre en mi vida! sin
que ninguno de ambos... pueda
llegar jamás a cansarse!
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YO
SOY ...
La
mujer a la que inspiras poemas. La
mujer que
te
sueña. La mujer que te añora... Esa
mujer soy yo. Y
no quiero que
me hables con el respeto debido. No
quiero que me trates como
se trata a una cuñada; que
como sabes que es la esposa de tu hermano, no
piensas en ella con lascivia, ni
sueñas con llevarla en tu cama. ¡Yo
no soy la esposa de tu hermano! ¡Quiéreme
como a algo permitido en tu vida! Como
a algo posible, cercano. Con
que sólo alargues el brazo... ¡me
tienes al alcance de tu mano! Y,
¡ámame sin tregua! Y,
¡deja que yo te ame sin descanso! Y,
¡hazme tuya en las noches! aunque
por el día... nuestros
cielos, estén
algo nublados!
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...AUNQUE SÓLO SEA UNA TARDE!
¡Ay,
amor! Metafóricamente
hablando soy
una yegua desbocada que
trota en pos de ti en
campo raso...
Metafóricamente hablando tú
eres mi caballo... ¡no
un viejo percherón de
esos cubiertos de trapos en
las tardes de toros de
este Madrid por
San Isidro en Mayo!
¡Tú eres un “pura sangre”, un
caballo alazán de
pura raza árabe!
Tú eres lo que yo quiero tener... ¡aunque sólo sea una tarde!
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SI
DESDE HOY TE TENGO...
Como
alcanzando la Luna con las manos.. Como
abarcando el bosque con los brazos... Como
surcando con la mirada el Mundo, Como
atrapando entre mis dedos, todas
las aguas del Océano; Como
viendo de forma simultánea tres
arco-iris en el cielo... Así
me siento... ¡si
es que desde hoy... te
tengo!
Quiero
verte de refilón mientras
sonríes; sin
que tú te des cuenta que
te miro;
Quiero verte de refilón mientras
sonríes a
un anciano y
a un niño...
Quiero ver tu sonrisa al
tú mirarme. Que
te sonrojas y te azaras si
te miro... porque
el candor y el pudor que
llevas dentro aflora
a tu piel si
te das cuenta que te miro...
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HABLANDO
DE POETAS...
Hablando
de poetas... ¡No
me digas que lea yo a “los grandes”! ¡No
me apuntes o adviertas, a
qué hombres o mujeres, yo
tengo que leer! ¿Quién
para ti es un poeta “grande”? ¿Aquél
que ya está muerto? Pues
para mí... “grande”
eres tú, ¡porque
vives! no
solamente ahora y aquí; “grande”
eres tú...
¡porque
vives en mi!
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MUSICA
Y POESÍA
Vibran las cuerdas del violín por
el roce rítmico del arco... Melodías
colmadas de cadencias... adagio,
andante, allegro,
vivace... Bach,
Bethoven... Stravinski,
Vivaldi... Y
de las cuerdas vocales de la musa, surge
la voz danzante... todo
tierno, dulce, manso, suave... La
abuela fue quien enseñó a
hacer versos a la nieta y
ésta, revive el despertar de la conciencia... rememorando
amores de su infancia, la pubertad, la adolescencia, la juventud primera; inocente,
expectante
y después para
el sentir ya está del todo despierta
la conciencia.
Un diván compartido... un
café, un chocolate... forman
parte de instantes únicos de una tarde en
que algo dentro de mí, comienza o nace.
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LO
QUE QUIERO DESPERTAR EN TI
Esos
instintos que en ti adivino dormidos;
esos
deseos de querer ser feliz;
esas
ansias de placer siempre nuevo...
quiero
despertar en ti¡
Esas
experiencias soñadas:
de
morder, de besar,
de
gozar, de sufrir,
de
luchar por un fin...
quiero
despertar en ti!
Esas
experiencias soñadas:
de
turbar, de abrazar,
de
coger, de entregar,
de
llorar, de reír...
quiero
despertar en ti!
Esas
experiencias soñadas:
de
vivir, de morir,
de
jurar, de cumplir,
de
pecar contra el Sexto Mandamiento,
de
engendrar una vida nueva...
quiero despertar en ti!
El encantamiento |
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