La aceptación (de Elena)
La aceptación |
TAL CUAL Necesito
olvidarme de ti; no
solamente un poco, totalmente;
del todo. ¿Preguntas
los motivos? Verás: Me
tienes absorbido el seso. No
me funciona bien, desde que te conozco, la
cabeza. No
soy la de antes. Quiero
recuperar mi antigua paz y mi sosiego.
¿Por
qué tuve que encontrarte al
tropezar ambos de frente aquella
soleada tarde de septiembre? Si
es que estaba de Dios el que así fuera...
¡Bendito sea Dios!
¡Bendito seas tú!
Y ¡bendita “tu tierra”! Pero
si no estaba de Dios...
¡Adiós!... ¡Muy buenas!... |
TU MODO DE RECOGER LAS VELAS...
Tu
modo de recoger las velas ha
sido el manto negro que
ha cubierto las estrellas de mi cielo, De
la luna no
se vislumbra el mínimo destello. Que
nazca nuevamente el sol, en mi aposento... lo
veo tan incierto... Y
el que dejes tu barca a
merced, de las rachas adversas de viento, poniendo
alternativamente, proa
a dos puestos... no
comprendo.
Y ten por cierto que
aunque tengas sujeto el timón y
las velas desplegadas al viento, el
derrotero alejará tu barca de
un embarcadero seguro y cierto.
Para que no naufragues en
el escolladero... pon
toda tu atención en
la aguja imantada de la “Rosa de Vientos”; y
rectifica el rumbo de tu nave a
tiempo; e
impetra a Eolo que
es el dios de los vientos, te
empuje raudo y presto a
una ensenada cálida en
la que puedas recalar el invierno de tus años venideros |
AL MARIDO DE MI AMIGA INES No
puedes desnudar a un pobre sus harapos si
no vas a vestirlo después, aunque
sólo sea una vez, de
hojalata cubierta de oropel. Ni
puedes pretender que una golosa compulsiva, al
darte media vuelta, no
meta el dedo en el tarro de la miel; o
se coma a escondidas, diez
o doce pasteles de una vez. Así
es que tú... ¿qué
podrías hacer, para guardarla de él... si
no quiere guardarse ella de
las caricias de su boca, ni
del sensual tacto de su piel? ¿Es
que no ves que está admirada de
su “saber hacer”, ante
tu torpe proceder? Tendrías
que darle a ella carta blanca, para
que al verle a él, tal
como es él... quedara
de una vez desencantada; porque
ningún hombre, ni
tú ni él... servís
siquiera para descalzar a una gran mujer, cual
es tu esposa: mi amiga Inés. |
hechoSE
HA HECHO LA LUZ
En el último ciclo de siembra y de cosecha he
dejado que transcurriera el tiempo sin
mirarme en tus ojos.
Con indolencia y apatía, manifiesto
sutil de enfermedad siniestra que
mina hasta la voluntad más férrea he
ido pasando las hojas de mi agenda sin
vislumbrar el sabor que embarga a la ciudad al
tibio sol de invierno... ni
aún la sublime belleza del pino y
el pinsapo del Botánico radiantes
en su verdor peremne doce
meses al año; junto
a los robles descarnados de vida y
por demás, estáticos; mientras
tus ojos, serenos
y plácidos (reflejo
de tus ánimos) buscaban
a través de la mirada una
sonrisa acogedora de tus ansias que
transformara en manta cálida el
gélido hielo que por doquier te embarga... sin
que yo, sintiera en mis ojos tu mirada.
Hoy se ha hecho la luz. Y
sin palabras que distraigan la atención de
lo que de verdad tiene importancia... hoy
se han comprendido nuestras almas al
aflorar a la vez en ti y en mí, (en
este prolongado cruce de miradas) la certidumbre de que nada es durable, todo pasa... Hoy
se hace así la luz, sin
más palabras sólo
con las miradas, al
aceptar tú y yo lo
que es irremediable en nuestras vidas: el
que están ya para siempre... destrozadas. |
HOY EN EL SILENCIO DE MI CASA
Hoy, en el silencio prolongado de mi casa, al
entrar la luz del sol por mi ventana recuerdo
tu atención al
relatarte anoche mis andanzas.
Y me recreo en tus palabras, reclamando
después el
silencio a mis palabras... Recreo
tus palabras reclamando
a tu mirada, mi mirada... recreo
el fulgor de tus ojos a
través de mis lágrimas...
Y en el silencio prolongado de mi casa, rememoro
tus miedos, tus
dudas, tus
ansias, tu desconfianza... Y
me recreo en cómo, anoche,
palabra
tas palabra, mirada
tras mirada y
las lágrimas, brotando de mis ojos de
forma enteramente diáfana, tal
como a ti mostré mi alma... fueron
proporcionándote la ansiada clama hasta
llegar a renacer en ti de
nuevo, en
mí, la esperanza.
Rememoro los momentos de
compenetración y luz de anoche, en aquella taberna apenas alumbrada; hoy, al entrar la luz del sol por mi ventana. |
CONFÍA
EN DIOS Ten la seguridad de que existe la felicidad. Que no cunda el pánico en tu alma. No te
asustes de nada. Si se cierra una puerta, se abre una ventana. Si ahora anochece, mañana amanece. Si ahora llueve, después escampa. Si no ves salida, si no ves solución... reza, ora en silencio a Dios; te llegará de El la inspiración de encontrar a todo solución. |
A V O
S O T R O S
Os voy a regalar un libro que
voy yo a componer y
a titular así:
“CARTAS DE AMOR, EN POESÍA PARA UN PRESO”
Pero como hacer el libro lleva
algún trabajo y algún tiempo... hasta
que eso llegue os
lo entrego a la moda de ahora: por
fascículos, por
entregas, pero
no serán entregas mensuales, ni
aún quincenales... las
entregas serán semanales: los
martes.
Y cuando lo mande imprimir, en
la primera hoja, en
la de la dedicatoria diré
que pongan:
“A LUIS ROLDÁN, MI AMADO PRESO EN BRIEVA”
Lo que no sé ahora es: cuántas
hojas tendrá...
Quizás... para hacer el papel... ¿hará
falta cortar, todos los eucaliptos y hayas del
Viejo Reino de Navarra? O,
bastará con arrasar, el
único ciprés y
cuatro abetos chiquiticos del
Pirineo Aragonés? No
sé, no sé... a
tales delitos ecológicos... ¡no me voy a atrever! |
SIN SALES NI ABANICO
No sé si hemos vivido ese hecho o
sólo ha sido un sueño... pero
si fue un sucedido y
no sólo un sueño, fue
todo tan veloz pasó
todo tan raudo y presto...! y
fue a la vez, tan íntimo tan
mágico y tan místico! que
nuestras conciencias despiertas
a la acción de ese rito, ya
están marcadas con
un signo indeleble y ahíto de
querer adornar nuestra mesa con
un centro de flores que
tenga el exotismo de
la llamada “ave del paraíso”; la
forma estilizada de los lirios; la
suavidad del mirto y
el perfume compuesto de
una violeta y un jacinto.
Si fue un sueño real y vivido... ¿Has
visto? Lo
afronté sin un frasco de sales, y
sin tener que darme aire con
ningún abanico. Pero
si sigues y te sigo por
ese camino y
quieres conservar tu inocencia ante
mi desdoblamiento y desatino... habrás
de poner venda en tus ojos y
tapones en tus oídos.
¡Ay, pillo, pillo...! Sin
que me diera cuenta... me
has pervertido!
|
ANSIADO SUEÑO ERES TÚ...
Ansiado
sueño eres tú en mi duermevela. Pergamino
miniado con
plumilla y palillo bordado, que
simula el encaje de Almagro, o
el de Camariñas, con azul cobalto minio,
oro, tierra-siena y cadmio, plasmados
en la flor de los cardos que
forma la orla del viejo legajo. Una
flor que abunda en los campos, junto
a los ribazos en
los meses de abril y de mayo.
Y yo por contraste, soy
papel corriente, tanto
como en estos días es
el “Din A cuatro”... o
folio de “galgo”... Y
no soy facsímil de ti, sino
letra vulgar, la
de “Arial” de 8 por cuatro, que puede con ella cualquier pelagatos...
Tú eres bella letra gótica, compresible
sólo para iniciados en
lo místico y raro de
los libros de Hermes y
del Zoroastro. |
VOY A LANZAR AL VUELO
Voy
a lanzar al vuelo mis desvaríos. Voy
a acabar con este hastío. Voy
a quedarme aquí, junto al camino, a
esperar que después de
que tú pruebes otros vinos, al
fin yo haga huella en tu cuerpo y en tu sino.
Voy a sentir en mi piel lacerada el
roce de tus alas. Voy
a brindar con cava por
ti y por mí, en
esta madrugada. Voy
a permanecer desde ahora, a
ti, encadenada.
Voy a dejar en blanco los espacios que
estaban ocupando los
viejos postulados y
desde hoy voy a colmarlos de
los deseos que tienes soterrados. |
A UN PROFESOR DE E. G. B.
Me
han preguntado que dónde trabajas... y
he respondido que en una mina de carbón, de
cobre, de cinabrio; en
la que de cuando en cuando... aparece
una pepita de plata, de
oro o de cuarzo...
Me han preguntado que dónde trabajas... y
he respondido que en el primer taller de
desbastar alhajas... las
mejores alhajas de cada casa.
Me han preguntado a qué tú te dedicas... y
he respondido que sacas brillo y pules, no
a la piel de zapatos o de potrancos... sino a las mentes de chicas y de muchachos. |
A U L A S
Esta tarde, por tu mano con
mis pies he hollado un
lugar para el saber sagrado, que
es para ti el de tu afán diario.
Esta tarde, he conocido un lugar de
sueño y embeleso; donde
los niños se hacen hombres; donde
los hombres se hacen viejos.
Hacerse un hombre viejo, no
es adquirir la cualidad de lo opuesto a lo nuevo; hacerse
un hombre viejo, es
alcanzar la verdadera sabiduría; es
comprender, sin traba y sin medida, que
en la vida, lo importante no
es lo perecedero al transcurrir el tiempo; sino
lo inmutable al devenir del tiempo cual
es el amor que a ti te tengo...
No sé, si en comprender esto, tú,
te has hecho sabio... es
decir: viejo... O...
¿Acaso a ti, mi amor te suena a nuevo, y
aún así, a decrépito?
Si es así...Ya veo que
no sólo en lo que se refiere a Dios... ¡tú
eres escéptico!
Pero si es lo opuesto... si
de mi amor tienes conocimiento exacto y cierto, ¡despierta
ya, de tu aletargamiento! |
La aceptación |
Texto y versos que me envía Marisa Barros desde Tarragona agradeciendo que incluyera algunos poemas suyos en "Colaboraciones Literarias" de: